¿Chocolate? No, gracias.

| |



De mi madre he heredado muchas cosas, entre ellas, el gusto por el chocolate. Me encanta, ¡más si es un grano de café cubierto de chocolate!

Pero tengo un problema, el chocolate afecta mi cantidad de grasa facial, y por ende: (susúrrelo) Me salen espinillas...

Entonces, estaba frente a una situación trivialmente compleja: ¿Chocolate o un rostro limpio?

Imagino que deben de estarse preguntado porqué les cuento esto. Bueno, la razón es simple: en la vida aveces debemos sacrificar lo que nos gusta por crear lo que amamos. Obviamente el ejemplo del chocolate es algo simple y menos significativo. Pero la lección es esta:

"Tu éxito está determinado por aquello que dejas atrás."

Ya tengo un buen rato sin probar ningún chocolate. Cada vez que alguien me ofrece: Chocolate? Yo simplemente respondo: No, gracias. Pero por dentro, una hermosa voz me recuerda que en las pequeñas cosas de la vida cotidiana, encontramos las lecciones más poderosas de la efectividad y el potencial humano.

0 comments: