Todo lo que entra a nuestra vida alimenta una fortaleza o una debilidad. Nuestros verdaderos enemigos son aquellos que nos hacen sentir bien con nuestras debilidades. Nuestros verdaderos amigos son quienes alimentan nuestras fortalezas. Lo que usted es hoy, es producto de lo que usted alimentó ayer. Mañana será lo que usted alimente hoy.Ese es el criterio que más utilizo cuando doy consejos a otras personas. Pero en especial para conducirme a mí mismo. ¿Qué estoy alimentando? ¿Cuáles son las debilidades que debo matar de hambre? ¿Cuáles fortalezas debo nutrir?
Lo que me da resultados a mí, también puede darselos a usted. Aprenda a autodescubrirse y sea cuidadoso con lo que hace. Recuerde: Todo lo que entra a usted aliementa una fortaleza o una debilidad. ¡Usted decide!
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