¡A las personas también nos pasa lo mismo! Todos conocemos a alguien que ha intentado vencer malos hábitos o adicciones pero no pudo. Los hábitos son como esa fuerza de gravedad que nos mantiene atraídos a algo; para cambiar un mal hábito se requiere de una gran cantidad de disciplina, esfuerzo y dominio propio... pero por sobre todo, se requiere de persistencia.
También pienso en la frase de Mike Murdock: "Las olas de la desobediencia del ayer romperán en las costas del hoy por algún tiempo".
Mientras persistes en hacer el bien y en cambiar las viejas conductas, recuerda que tus resultados no necesariamente van a cambiar de forma inmediata. Por lo general, tomará tiempo antes de ver resultados distintos. El secreto está en persistir.
Cambiar tu forma de vivir no es un evento, es un proceso. Y como en todo proceso, tu éxito está determinado por tu resolución a persistir en hacer lo correcto por encima de hacer lo más fácil.